El Juego del Ángel, por Carlos Ruiz Zafón
El Juego del Ángel fue publicada en el año 2008 y es la segunda entrega de la saga del Cementerio de los Libros Olvidados. Sin embargo, apenas el lector recorre las primeras páginas advierte que en realidad es una precuela de La Sombra del Viento, ya que transcurre unas décadas antes, principios del siglo XX, una época violenta y difícil en Barcelona.
La novela cuenta la historia de David Martín, un joven escritor que trabaja para el periódico La Voz de la Industria. Es un hombre solitario y melancólico que ha perdido a su padre y desconoce el paradero de su madre. Allí empieza a escribir para el periódico una serie folletinesca bajo el seudónimo de Ignatius B. Samson, La Ciudad de los Malditos, que tiene un éxito notable, pero de la que David obtiene poco lucro. Su único amigo es el sr. Sempere, dueño de una de las librerías más apreciadas de Barcelona, Sempere e Hijos, uno de los elementos de la trama que vincula a todos los libros de la saga entre sí. Él lo introduce en El Cementerio de los Libros Olvidados, de donde se lleva una obra de contenido inquietante y terrorífico, Lux Aeterna, de un tal Diego Marlasca.
Uno de los accionistas del periódico, Pedro Vidal, se convierte en su mecenas y protector y lo alienta a escribir en serio. Vidal también escribe, pero carece de talento. Desarrollan una amistad profunda y Vidal lo salva constantemente de sus apremios económicos.
David pronto descubre que sus problemas físicos y sus dolores constantes de cabeza se deben a que tiene un cáncer terminal, un tumor en el cerebro. Es entonces que un personaje misterioso, oscuro y con algo de diabólico, Andreas Corelli, editor y dueño de Ediciones de la Lumière, de París, entra por fin en contacto con él después de años de enviarle cartas interesado en conocerle y hacerle una propuesta. Lo contrata para escribir un libro que invente una nueva religión. A cambio, le da ciento cincuenta mil francos (una fortuna, entonces) y lo ayuda a curarse del tumor, en una escena que combina lo onírico con el terror (de su cabeza abierta, sale una espantosa araña).
Mientras, a su vida llega Isabella, la hija de los dueños de un almacén vecino, una adolescente aspirante a escritora, ingeniosa, de lengua rápida, que se ofrece para limpiar el caserón donde vive, la vivienda abandonada de la que fue dueño Marlasca, si le enseña los secretos de escribir. Juntos reescribirán un manuscrito de Vidal para ayudarle sin que se dé cuenta. El libro se convertirá en el éxito editorial del año y a su autor en el escritor más famoso del momento. Isabella será el nexo entre El Juego del Ángel y La Sombra del Viento.
David pronto desarrolla una amistad con Cristina Sagnier, hija del chofer de Vidal, de la que termina enamorándose. Sin embargo, ella se casará con Vidal, lo que lo sume en un total abatimiento. En el proceso de ir escribiendo para Corelli, la personalidad de David se vuelve cada vez más oscura, escabrosa por momentos, y el desarrollo de la trama adquiere un tono opresivo. Además de sus problemas y dificultades, debe lidiar con las sospechas de la policía, a medida que ocurren crímenes alrededor suyo. Cuando por fin descubre el secreto de Diego Marlasca y de otros personajes secundarios, el drama se precipita y la historia toma un vuelco sorpresivo.
Al final, deja un ·gancho” para que la historia del libro se relacione con la que le seguirá en otro.
La novela está repleta de descripciones detalladas que envuelven al lector en la trama. El autor utiliza un lenguaje cuidadoso y preciso para dar vida a los personajes, combina diferentes tiempos y lugares que aparecen en la trama, generando una ambientación gótica y misteriosa que engancha al lector desde el principio y hace que se sienta parte de la historia. Al igual que en La Sombra del Viento, la ciudad de Barcelona es en sí protagonista.
El Juego del Ángel fue también un éxito editorial a nivel global y vendió millones copias y sirvió para afianzar aún más la fama de Ruiz Zafón a punto tal que aun hoy se lo considera uno de los autores españoles más importantes en lo que va del siglo..